12/15/2023

II PREMIO ISCARIOTE DE MICRORRELATOS

Bases II Premio Iscariote al mejor libro de microrrelatos publicado en 2023. 1. El Comité Urbach (seudónimo colectivo de los escritores Lola Sanabria, Rosana Alonso, Ernesto Ortega, Manuel Montesinos y Manu Espada) convoca el Premio Iscariote con el fin de contribuir a reforzar el reconocimiento del microrrelato como género literario en nuestro país, premiando al mejor libro de microrrelatos publicado en España por un autor o autora de nacionalidad española en 2023. 2. Se establece un premio único e indivisible de 30 monedas de plata falsa para el autor o autora de la obra ganadora y un trofeo conmemorativo. 3. Podrán ser presentados al I PREMIO ISCARIOTE 2023, ya sea por los editores directamente o por cualquier persona física o jurídica, libros de microrrelatos que reúnan las siguientes características: Los libros deben haber sido publicados entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023, entendiéndose por fecha de publicación aquella en que haya finalizado el proceso de producción del libro (impresión y encuadernación). Debe tratarse de colecciones de microrrelatos de autor único y de nacionalidad española. Si bien pueden haber sido publicadas originariamente en cualquiera de los idiomas oficiales del Estado español, sólo podrá presentarse a este concurso la edición en lengua castellana. En el caso de obras escritas originariamente en otros idiomas del Estado distintos del castellano, la fecha a tener en cuenta será la de la publicación de la obra traducida. No podrán participar libros que sean reediciones de anteriores, o antologías de relatos ya publicados en formato de libro. Sin embargo, se admitirán recopilaciones cuando los relatos hayan aparecido en publicaciones periódicas, blog o redes sociales. 4. Plazo de presentación de las solicitudes y documentación a aportar. 4.1 Las propuestas deben ser remitidas, a la atención del “Comité Urbach”, al apartado postal 40031 de Madrid, CP 28007, con la mención "II Premio Iscariote de Microrrelatos". 4.2. A la solicitud se adjuntará, además de medio de contacto del remitente (teléfono y correo electrónico), la siguiente documentación: Dos ejemplares de cada uno de los libros presentados, que una vez concluido el proceso quedarán en propiedad del “Comité Urbach” y serán donados a una biblioteca pública. Una declaración firmada por el remitente en la que se haga constar que el proceso de producción del libro ha finalizado dentro de las fechas indicadas y que su autor es de nacionalidad española. 4.3. El plazo de admisión de ejemplares se iniciará el 1 de enero de 2024 y finalizará el mes más corto del año, el 28 de febrero de 2024, ambos inclusive. Se aceptarán los libros recibidos con matasellos anterior al 1 de marzo. 5. Procedimiento: a) El “Comité Urbach” escogerá un máximo de 4 libros finalistas de entre todas las obras presentadas, cuyos títulos se harán públicos el 23 de mayo. b) Los miembros del “Comité Urbach” harán la preselección de los libros finalistas y el ganador será elegido también por los miembros del Comité Urbach. c) El fallo se hará público la Noche de San Juan (la más corta del año) en el blog www.premioiscariotemicrorrelatos.blogspot.com. d) En caso de duda, la decisión sobre lo que es o no un "libro de microrrelatos" corresponderá únicamente al jurado. e) El premio no podrá ser declarado desierto. 6. Tanto los finalistas como el ganador serán publicados en www.premioiscariotemicrorrelatos.blogspot.com y recibirán un mail con el fallo. 7. Obligaciones del premiado. 7.1. Cualquier reedición posterior de la obra ganadora hará referencia escrita en que se lea "IIº PREMIO ISCARIOTE DE MICRORRELATO". El “Comité Urbach” podrá reproducir en cualquier medio la portada del libro ganador, así como fragmentos del mismo, siempre con acuerdo y permiso tanto de la editorial como del autor del libro. 7.2. El mero hecho de participar en esta convocatoria conlleva la plena aceptación de las presentes bases. El fallo del Jurado será inapelable.

10/29/2023

GANADOR CONCURSO RELATOS FESTIVAL DE JAZZ DE PALENCIA

A principios de semana recibí una llamada de dos grandes escritores, José María Merino y Luis Alberto de Cuenca. Me comunicaron que había ganado el VI Concurso de Relatos del Festival de Jazz de Palencia con el relato "Clave de Sol". Desde aquí quiero agradecer las palabras que me dedicó este jurado al que siempre he admirado. También quiero dar las gracias a Marina Perezagua por descubrirme a través de su novela "Seis formas de morir en Texas", la cámara anecoica. "Clave de Sol" está dedicado a su hija Estrella, porque la barrera del sonido no se rompe a 340 metros por segundo, se supera con una sola palabra, con una simple nota del pentagrama. "Ningún ser humano ha aguantado dentro de la cámara anecoica más de 45 minutos. Cuando el sonido se mide en decibelios negativos puedes escuchar el flujo de tu propia sangre corriendo por las venas, el ruido de tus huesos deslizándose, el terremoto de tu propia digestión, el giro de tu cuello, un eco de dragón escupiendo fuego cuando tragas saliva, el ruido del aire en tus alvéolos pulmonares cuando lo respiras, en ese preciso instante en el que pasa por tus capilares y el oxígeno se convierte en dióxido de carbono. Una partícula cualquiera de aire se mueve aleatoriamente y choca contra otras moléculas de aire. Al hacerlo genera un ruido imperceptible para el oído humano que ronda los -23 decibelios. En la cámara anecoica se escucha el sonido del silencio, como en el dormitorio de mi hija". Fragmento del relato "Clave de Sol". "https://www.lavanguardia.com/vida/20231026/9331025/salmantino-manu-espada-gana-vi-premio-mejor-relato-jazz-agenciaslv20231026.html">

1/24/2023

DE AQUÍ A PLUTÓN


La editorial Sherezade, una editorial que pone un gran cariño y profesionalidad en todo lo que hace, publica mi próximo libro al otro lado del Océano, a 11.000 kilómetros de distancia, en Chile. La editora chilena Lorena Díaz Meza se puso en contacto hace un tiempo conmigo para que mis textos vieran la luz en su país y tras un minucioso proceso de edición así ha sido. "De aquí a Plutón" recoge una selección de ficciones a lo largo de varias etapas. Las razones del título son dos. Por un lado, Plutón homenajea al microrrelato, porque es el planeta más pequeño del Sistema Solar. Un explaneta convertido en nanoplaneta, y por lo tanto el que más giros tiene, como los buenos guiones. Plutón tiene tan solo 8.760 horas en un año. Por otro lado, no hay cuerpo celeste más lejano. Está a 6.000.000.000 kilómetros de la Tierra. Si viajásemos hacia allí a 100 kilómetros por hora tardaríamos en llegar 6.849 años. Por eso es lo que quiero a los míos. De aquí a Plutón.

Para comprarlo, en este enlace.

12/15/2022

VISITA A PALENCIA



Una gran experiencia en la biblioteca pública de Palencia y muy bien acompañado. Todo, pinchando aquí.

1/28/2022

AQUELLOS VERSOS

Mayo de 1937. Casi 4.000 niños vascos fuimos enviados al exilio en Gran Bretaña para mantenernos lejos de la guerra. Partimos desde Bilbao y al llegar a Inglaterra nos dividieron en grupos de cien para instalarnos en colonias. A mi amigo Iñaki y a mí nos destinaron al campamento de North Stoneham. Los dos aprendimos inglés en poco tiempo. Yo prefería el futbol, pero Iñaki escogió la poesía. Mi sueño era jugar algún día en el Athletic y el de José era escribir un libro de poesía para dedicárselo a su padre, un trabajador de los altos hornos. Un contraste perturbador. Poesía y altos hornos. El infierno y el cielo. Sus intenciones de convertirse en poeta se multiplicaron cuando llegó a la colonia un profesor sevillano. Era un día más lluvioso de lo normal. Apareció el nuevo maestro mojado hasta los huesos y se plató frente a la pizarra. Sin decir nada escribió un poema. A Iñaki se le abrieron los ojos tanto que casi se le salen de las cuencas. Se llamaba Luis Cernuda, un poeta que tuvo que exiliarse, como nosotros. Congenió con mi amigo desde el primer día. Le brillaban los ojos con sus versos. Su sueño de escribir un libro comenzaba a coger forma. Escribía palabras en su cuaderno y el maestro le corregía los textos. Iñaki estaba escribiendo cuando se desmayó en clase, pálido como la cal. Se lo llevaron a la enfermería y desapareció unas semanas. Regresó mucho más delgado. Tenía leucemia. Continuó asistiendo a clase, pero solo parecía prestar atención en las clases de poesía. Al poco tiempo volvió a desaparecer de nuevo. Lo habían metido en la cama, ya no se podía hacer nada por él. El 27 de marzo de 1938, con un hilo de voz, Iñaki pidió que el señor Cernuda fuese a verle para que le recitase algún poema antes de morir. Al terminar, el niño le dijo en un gesto de pudor, dignidad e infinita ternura: “Ahora, por favor, profesor, no se marche, pero me voy a dar la vuelta mirando hacia a la pared para que no me vea morir”. Iñaki se giró abrazado a su libreta de poesías. En realidad se llamaba José Sobrino Riaño. Fue enterrado en una sencilla tumba sin nombre durante una ceremonia a la que asistimos sus compañeros. Llovía a cántaros, como el día en el que llegó Cernuda a la colonia. Calado hasta los huesos, el maestro sacó un papel y leyó unos versos en el cementerio. Recuerdo que decían: “Recordarás cruzando el mar un día. Tu leve juventud con tus amigos. En flor, así alejados de la guerra”. Teníamos 15 años. Mucho tiempo después, en una librería de México vi un libro del maestro. En una de las poesías leí aquellos versos. El poema se titulaba “Niño muerto”.

1/03/2022

EL TRUCO Y LA MAGIA

 

El cuñado pesado fue el más fácil de localizar durante el cásting de familia. Este año se presentaron cientos a la entrevista que concertamos las asociaciones de padres. El nuestro se haría pasar por el nuevo novio de la prima Inés. La consigna era que lanzase al aire improperios políticos y chistes cargados de lugares comunes. El bisabuelo Ezequiel era muy mayor, pero conseguimos contratar dos bebés gemelos que harían de bisnietos. Contratamos a tres niños pequeños, dos adolescentes, una abuela con mecedora y dos matrimonios amigos de toda la vida. Todo iba según lo previsto, como cada año. Sabíamos que esa noche del 5 de enero los Reyes Magos nos estaban espiando. Cuando se fueran los falsos invitados dejaríamos la leche para los camellos y nos acostaríamos en las camas para hacernos los dormidos. Con un ojo abierto y otro cerrado. Cada Navidad merecía la pena todo el esfuerzo. Era enternecedor observar cómo le brillaban de ilusión los ojos a Melchor. Gaspar gozaba colocando los regalos en una una pila bien ordenada, con los lazos rojos a la vista. Y Baltasar, ay, Baltasar, se le saltaban las lágrimas al meter las monedas en las zapatillas de estar por casa. Al acabar la faena salían al balcón y subían a otro hogar para continuar con el reparto. Misión cumplida. Un año más el gran teatro llegaba a su fin. Nos embriaga el júbilo al ver a los Reyes Magos felices tras un viaje tan largo. Han pasado siglos y aún no lo saben. Los niños son los padres. Desde el Roque de los muchachos se vio brillar un trineo tirado por renos.

EL VUELO DEL TAPAGAO

 

Papá dice que lo hemos perdido todo. Mira al horizonte y señala con el dedo: “Pequeña, el volcán es un dragón, se ha comido nuestras casas y nuestros recuerdos”. Ese día se acababa el verano. El otoño bajaba las temperaturas en todo el país, salvo en nuestra isla, que se convertía en aquel cuadro que estudiamos en el colegio, La Fragua de Vulcano. El colegio ya no existía, pero me acordaba del cuadro. Era de Velázquez. Los ríos de fuego se acercaban al mar, y al caer al agua se enfriaban tan rápido que todo explotaba alrededor y se llenaba de humo. Una enorme columna de ceniza tapaba el sol. Un día subimos al Roque de los Muchachos. “Lluvia ácida”, decía papá señalando el lugar donde teníamos la plantación de plátanos. “El cielo de La Palma era el más limpio, el más bonito del mundo. Desde aquí se podían tocar las estrellas y el bosque de laurisilva con la mano. Y ahora, mira, todo magma y cenizas. 20.000 toneladas de dióxido de azufre han cubierto el cielo. Lenguas de fuego”. Pensé que el volcán no podía sacarnos la lengua para burlarse de nosotros. Dentro de poco sería Navidad y deberíamos ver la estrella de Belén de nuevo desde el Roque de los Muchachos. El villancico "Blanca Navidad" aquí cobraba otro significado. Sería la Navidad más negra del mundo, y no podía permitirlo. Decidí escribir una carta a Papá Noel. Esta vez no quería juguetes, deseaba otros regalos: “Querido Santa: La noche del 24 de diciembre deseo que tengas un cielo despejado para que puedas llegar sin problema, que la luz de las estrellas guíe a tus renos. Que dejes atrás la nieve y deslices tu trineo sobre el negro de las coladas para cambiar la ceniza gris que ha cubierto nuestras calles por copos blancos. Te pido que nos traigas lo que no nos entró en el maletero, cuando tuvimos que salir corriendo. Nos dieron cinco minutos para recoger. Una vida en cinco minutos. Tuvimos que dejar el manzano que planté con los abuelos en el huerto. El retrato de la boda de mis padres. El muro de piedra que levantó el tío durante aquel caluroso verano. El columpio de madera que construyó mi hermano. El dibujo que hice por el día del padre en la guardería y que papá puso en la nevera. El pozo con el que regábamos el árbol. Y la foto de mamá cuando era joven cogiéndome en brazos. No quiero olvidar su rostro. Papá dice que en La Palma se han fundido el cielo más claro del mundo y el más oscuro de los infiernos. Estrellas y piroclastos. Me gustaría poder hacer lo mismo que El Principito en su planeta, y que los palmeros podamos deshollinar cuanto antes un volcán extinguido”. Eché la carta al buzón, y al acostarme la noche del 24, soñé que Papá Noel venía a buscarme, me subía a su trineo, cabalgábamos de fajana y fajana y sacábamos todos los recuerdos que la gente había perdido enterrados en la lava. Los metíamos en sacos y reíamos al volar sobre un cielo cristalino. De entre la ceniza resurgió un pájaro y se subió al trineo. Santa me dijo que era un ave Fénix. Yo le expliqué que era una pardela cenicienta, un ave nocturna que en la isla llamamos tapagao. En la escuela nos dijeron que ese nombre procede del guanche, y que cuando lanzan su graznido parecen decir "está apagado". Con el tapagao sobre mi hombro, como si fuera el loro de un pirata, nos pasamos la Nochebuena desenterrando valiosos recuerdos, como si fueran cofres repletos de joyas, recuerdos que devolvimos por toda La Palma, nuestra isla del tesoro. Por la mañana, al despertar, con la pesadez de un sueño tan vivo, papá me dijo que esa noche había subido al Roque de los Muchachos. “He visto un extraño brillo en el cielo, muchas luces que se encendían en los pueblos y escuché una mezcla entre graznidos de ave y bramidos de venado”. Salí de la autocaravana. Bajo el manzano, junto al pozo, apoyados en la pared de piedra, estaban todos nuestros recuerdos. Desde algún lugar llegaban los acordes de "Blanca Navidad". Papá encendió la tele y escuchamos: “25 de diciembre. El volcán, ya se ha apagado”. En ese momento, apareció volando sobre Cumbre Vieja una pardela cenicienta con su peculiar sonido. Comenzó a nevar y un manto de copos tiñó de blanco todo el negro de la isla.

3/29/2021

EL ZUMO DE LAS PIEDRAS


Todo comenzó en la Feria del Libro de Buenos Aires. La editora boliviana Rossemarie Caballero escuchó mis cuentos y decidió publicar una antología de mis mejores textos en su país. La idea era haber presentado "El zumo de las piedras" en Bolivia, pero ls presentación será virtual y la presencial ya se hará en su día, cuando la situación lo permita. Gracias al escritor Harold Kurt por el estupendo prólogo. Deseando volar a Bolivia, donde ya estoy de manera presencial en forma de libro. Gracias también a la editorial Kipus, una de la más importantes del país, por la oportunidad. Aquí, el prólogo de "El zumo de las piedras". Pinchando aquí.