4/23/2006

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER


Praga es una maraña de turistas que hace rebosar esa plaza con forma de vaso en la que el reloj astronómico cuenta las horas desde hace siglos. Una lluvia de chubasqueros que farfulla castellano, catalán e italiano, observa los restos que dejaron los nazis tras liarse a cañonazos contra el Ayuntamiento. Paradójicamente dejaron lo mejor, un reloj que marca las horas con un vistoso desfile de apóstoles que la retórica soviética respetó por amor al arte. En la fachada de la Universidad la gente no busca una rana, como en Salamanca, sino la máscara funeraria de un estudiante que se quemó a lo bonzo durante la primavera de Praga para protestar por la ocupación rusa. El mausoleo de los dirigentes comunistas es un bloque gris de hormigón en el que ya no descansan sus cuerpos porque los han enviado a sus pueblos de origen. Cuentan los checos que tras la retirada soviética de su país los españoles comenzaron a invadir sus calles con las pesetas primero, con los euros después, y ahora sueñan con ser ellos los próximos que tomen las ciudades de la Unión Europea cuando su República deje atrás la corona el año que viene. Cuando un país viaja quiere decir que ya tiene dinero para dejar de lado el Supermiraflori y subirse a un Boeing 727. Un Estado es rico cuando la mayoría de sus ciudadnos pertenece a esa clase media insatisfecha de "American Beauty", y los checos ya comienzan a tener los sueños capitalistas de "Desatuno con diamentes" que en su día nos prometió "el pelotazo" de Mario Conde. Se separaron de Eslovaquia, y notas que se echan de menos, dicen: "Entre nosotros todo bien, son los políticos los que lo lían todo. Cuando nos separamos brindamos juntos en las calles en Nochevieja. Mañana me voy a ver a mi nieto, que es eslovaco. Ahora hay frontera entre nosotros". Imanol Arias fue capaz de dejar atrás al Lute, y superará lo de Cuéntame. Ellos ya dejaron atrás a su Lute perseguido por la Guardia Civil rusa, y desean hacer una serie que se titule "Cuéntame" cuanto antes para cambiar el Benidorm checo, la Gandía eslovaca, la Estepona de Skoda hasta los topes de niños y trastos en la baca por un billete de avión a París con la amante. Más tarde vendrá Marbella. Iván Lendl y Martina Navratilova se les adelantaron cuando se hicieron ciudadanos Noteamericanos por culpa del dinero, o por obra y gracia del Comunismo, como dicen los checos. Nuestros tenistas pagan impuestos en Mónaco. Pero siempre les quedará Milan Kundera, con el Tomás autobiográfico en el que los hombres nos vemos reflejados igual que nos sirve de espejo la canción de Sabina "Y sin embargo". El genio que instaló el reloj astronómico en la Edad Media recibió muchas ofertas de otros reyes, maravillados por su magnífico invento. El rey checo le sacó los ojos para tener la exclusividad, y el talento se quedó ciego, pero no mudo. El reloj se queja cada hora frente a la hipotecada multitud de clase media. Ya lo dice La Insoportable levedad del ser: "No hay nada más pesado que la compasión. Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido con alguien, por alguien, para alguien, multiplicado por la razón, prolongado en mil ecos." Suena el teléfono. Era X, dice que XY está triste, no es capaz de huir del desamor. Me llama XY, dice que X necesita ayuda para superar su melancolía ...

2 comentarios:

Jose M. Sánchez "Daze" dijo...

"La máscara funeraria de un estudiante que se quemó a lo bonzo durante la primavera de Praga para protestar por la ocupación rusa". No tenía ni idea. De hecho, lamentablemente creo que mucha gente no tiene idea de algo más lejano de su ombligo. Así que estas cosas no están a su alcance. Creo que los checos están intentando dejar atrás los fantasmas del pasado. No sé si a marchas forzadas o porque es el proceso que lleva. Es bonito el reloj, muy bonito.
Por cierto, interesante cita de Kundera. Saludos Manu.

Pedro Daví dijo...

Lo bonito de caminar por las calles de una ciudad con historia es que la gente que vive y piensa en la misma es simpre una maraña de todo por lo que pasó. Es muy interesante bajar de los hoteles, del centro de ciudad, de los tourview bus, y mezclarse. Manu como siempre eres una enciclopedia de curiosidades. A ver si por fin tenemos la oportunidad de viajar de nuevo juntos, que quedó constatado que bien no lo pasamos un rato. Je je je.